Per començar de nou el blog convidem a participar a l'alumnat de DIBUIX TÈCNIC de BATXILLERAT.
En primer hem iniciat el curs amb el CUB, i ací teniu un text i algunes imatges que us poden inspirar i motivar en el vostre treball.
En pròximes entrades mostrarem els resultats.
El arquitecto lo vio claro. Quería dominar el espacio y con él la arquitectura.
Y pensó que esto sólo sería posible si pudiera controlar la forma y las
dimensiones del espacio arquitectónico. Y quiso entender entonces qué y cómo era
este espacio.
Y se puso desde fuera frente a la forma
cúbica, ante un cubo que era algo mayor que él. El gran plano vertical cuadrado
parecía dorminarle. Anduvo hasta la esquina y los dos planos verticales,
ortogonales, le impresionaron con su fuerza. Pero él quería ser el que los
controlara. Imaginó que se alejaba. Sabía que la figura cúbica la formaban seis
planos y sólo veía dos. Y aunque sabía que había un plano allá arriba, el techo,
que formaba un triedro con los dos planos que se erguían ante él, no tenía modo
de dominarlo. Se subió a un árbol enfrente y desde allí pudo por fin ver los
tres planos.
Será una mera cuestión de dimensiones, se
dijo, y buscó una figura cúbica algo más pequeña que él, en un intento
esperanzado de poder llegar a controlar todo el espacio. Comprobó orgulloso que
de un solo golpe de vista podía dominar las tres caras que formaban el triedro.
Una cara más que al principio. Pero cuando dando vueltas al cubo intentaba
atrapar una cuarta cara y llegaba a ella, desaparecía una de las anteriores.
Tras múltiples vueltas que llegaron a marearle, dedujo que no conseguiría nunca
ver más que las tres caras del cubo de una sola vez. Y no le fue fácil
calmarse.
Será un simple asunto de dimensiones, se volvió a decir como la primera vez. Y buscó una figura cúbica todavía más pequeña. La cogió entre sus manos y se dijo a sí mismo que ya la tenía dominada, pues le cabía toda ella dentro de una sola mano. Y continuó su juego. La alzaba, la bajaba, la rotaba, pero por más vueltas que daba a aquella figura, no se dejaba atrapar. Nunca llegó a conseguir ver más de tres caras de una sola vez. Y él sabía que tenía seis.
Será un simple asunto de dimensiones, se volvió a decir como la primera vez. Y buscó una figura cúbica todavía más pequeña. La cogió entre sus manos y se dijo a sí mismo que ya la tenía dominada, pues le cabía toda ella dentro de una sola mano. Y continuó su juego. La alzaba, la bajaba, la rotaba, pero por más vueltas que daba a aquella figura, no se dejaba atrapar. Nunca llegó a conseguir ver más de tres caras de una sola vez. Y él sabía que tenía seis.
Y así, delante de las tres figuras cúbicas,
la grande, la mediana y la pequeña, se sentó desesperado a reflexionar sobre su
impotencia. ¡Jamás sería capaz de controlar el espacio!
Y pensando, pensando, agotado, se quedó
dormido. De repente, vio a Alicia a su lado. Ella le cogió de la mano y le llevó
junto a la gran figura cúbica y por un pequeño boquete, ella bien lo sabía,
entraron los dos a su interior. Allí el arquitecto pudo comprobar que ¡por fin!
podía dominar hasta cuatro planos a la vez, y hasta cinco si se ponía con la
espalda apoyada en uno de los planos verticales. Y hasta los seis planos si se
colocaba en un ángulo, en una situación diagonal.
Súbitamente, la luz que bañaba el recinto
interior, a la que no había dado mayor importancia y que no sabía de donde
procedía, desapareció y todo quedó a oscuras. Aquella poderosa sensación de
dominio del espacio desapareció. Y quedó desconcertado. Alicia sonreía a su
lado. Pasado el eclipse la luz volvió. Y con ella las sesaciones volvieron a
despertarse y el arquitecto recuperó el dominio del espacio.
Miró hacia arriba para ver de dónde procedía
aquella claridad, y se despertó bajo la luz de un potente sol, sin Alicia, que
se había quedado en su sueño, y ahora ya en la realidad, ante aquellas figuras
cúbicas que tanta guerra le había dado.
Concluyó el arquitecto, ya despierto, que
la Arquitectura, el dominio del espacio, es una sencilla cuestión de medidas, de
dimensiones dominables, a poner en relación con las dimensiones del hombre.
También concluyó que era una cuestión de luz, sin la que la arquitectura no era
nada."
Ara les imatges, però observeu que només estan numerades. Trobar informació sobre aquestes i proposar un peu de foto serà cosa vostra. Podeu utilitzar l'opció comentaris per fer-los arribar.
1. i 2. Vinyetes del còmic La Fiévre d'Urbicande, una de les històries de la col·lecció Les Cités Obscures, creada per François Shuiten en 1983.
3. Imatge de l'exposició "Cubos, Arquitectura al Cubo", d'Exposeum (Museu d'exposicions virtuals), 2004.
4. The cub house, projecte de Arquitectura en movimiento. Mèxic.
5. Columna quebrada, 1998, Monterrey (Mèxic). De l'escultor mexicà Sebastián.
6. "Alamo" o "The Cub". Escultura de Tony Rosenthal. 1967. Manhattan.
7. Cubs de la memòria, de l'escultor basc Ibarrola. Llanes (Astúries) any 2000.
8. El cub de Necker. Il·lusió óptica publicada per primera vegada en 1832 per Louis Albert Necker.
9. El cub de Rubik o Cub màgic. Trencaclosques mecànic inventat per Ernö Rubik en 1974.
10. Grosses Kristall. Pintura de Victor Vasarely. 1970.
11. Cube. Pel·lícula dirigida per Vicenzo Natali. Gènere: Ciència ficció, Terror. Any 1997.
12. Utensili de cuina, per donar forma cúbica a un ou dur.
13. Bancs de fusta, disseny de Matthew Hilton.
14. Rocking Cube, balancí dissenyat per Jessica Nebel.